Nikita 1X09

1X09 - Gray

Alguien arranca un programa a pesar de estar desconectados y de sus protecciones, Birkoff es incapaz de pararlo. Se trata de un procedimiento de escape y al llamar a la CIA para ver si les pasa lo mismo salta, mientras estaban desconectados el programa parásito recogía datos y al llamar al exterior aprovecha el acceso y los ha enviado. Se trata del directorio de todos los agentes de la Sección en caso de no recuperarlo todos estarán en peligro.

Birkoff cree que quien ha entrado en el sistema puede ser alguien con el que se han comunicado en el pasado ya que ha dejado un mensaje: “gracias, estaremos en contacto”. Se produce una nueva entrada, un mensaje de Harding (David Jansen) que asegura haber hecho uso de un fallo en el sistema para llevarse el archivo y que incluso lo ha descifrado, como prueba aporta que le faltan dos hombres con los que contactar para advertirles de la situación lo cual es cierto. Uno dice que está en el fondo de un canal y el otro lo entregó a uno de lo9s peores terroristas del planeta Ilia Benko (James Kidnie).

Quiere vender el directorio al mejor de los dos postores. Benko y la Sección. Para ello deben enviar un hombre a Praga pero si trata de hacer algo le entregará el directorio directamente a Benko. Michael sale esa misma noche para Praga en la República Checa y allí se reúne con ambos, cada uno hace su oferta y regresan a casa. Harding los llama y asegura que han ganado y que le deben ingresar el dinero. Al hacer la entrega a Michael, Benko asesina a Harding pero no logra hacerse con el directorio ya que no lo llevaba encima.

Harding se lo dejó a un pasajero en el autobús que le llevó hasta junto Michael. Se trata de un pasajero escogido al azar llamado Gray Wellman (Callum Keith Rennie), un arquitecto viudo, al que rozó al salir del autobús pero quien asegura no haber recibido nada de ese hombre. La Sección decide utilizar a Gray para que Benko piense que está en su poder el directorio y poder así atrapar al terrorista. Para ello Nikita será el cebo aunque el amor puede jugar malas pasadas.