Objetivo Birmania

Resulta difícil contar en pocas líneas lo que significaron para mi aquellos años tan especiales, pero voy a intentar resumirlo de la forma más divertida posible, porque entre otras cosas, ese era nuestro espíritu.

Me consta que OB fue un grupo odiado, adorado, aclamado, abucheado, aplaudido y tratado y calificado de mil maneras, porque entre otras cosas lo que pretendíamos era no pasar desapercibidos y parece que lo conseguimos.

No pasamos desapercibidos porque éramos un grupo inteligente (y también poco modesto) a pesar del montón de errores que cometimos. Fuimos atrevidos y sinceros con nosotros mismos y con nuestro público al declarar abiertamente que nos encantaría forrarnos y vender millones de discos (¡y a quién no!) haciendo música divertida y para todos los públicos.

Ni nos forramos, ni vendimos millones de discos, otra vez será, pero sí teníamos muy presente que nuestra música debía ser personal, de calidad y tratada con mimo. Nunca pensamos que la comercialidad estuviera reñida con la calidad, pero conociendo los prejuicios de este país, y en una época en que lo auténtico (!) predominaba, nuestra manera de pensar y sentir la música no encajaba en ningún sitio.

Algunas personas del medio no nos lo perdonaron y nos piropeaban con adjetivos como: Kleenex, copiones, fast food, pijos, niños de papá...en fin, una delicia.

¿Qué quieren que les diga señores? Yo creo que era puritita envidia porque resultaba que éramos un grupo de guapos (juro que no fue premeditado), que nos gustaba cuidar nuestra imagen, que nuestros directos eran revolucionarios, que a los abuelitos se les ponían los ojos como platos al vernos, que nos atrevíamos a hacer coreografías espantosamente cursis, que currábamos como animales, que nos lo pasábamos mejor que nadie, que nos inspirábamos en los mejores, que nuestros fans era gente sin complejos y que además, en una época en la que todos estábamos aprendiendo a tocar y cantar, nosotros éramos una plantilla muy profesional y por encima de la media. Y para rematar, señores, nuestra queridísima "corte" de amigos, de la cual no podíamos prescindir, también era joven, guapa, inteligente y entrenada para matar. ¿Quién daba más?

Me gustó lo que hicimos, me gustó compartir con mis colegas tantas experiencias únicas, me gustó trabajar con un equipo que no dejaba de aportarme cosas buenas, conseguimos desmarcarnos y ser un grupo original y fresco, un calificativo que nos encantaba decir.

De cualquier forma para bien o para mal, así fue, así quedó y para mi ha sido un placer contarlo.

Felices músicas y hasta siempre.




Mónica Gabriel y Galán

Contenido del Torrent:

1982 - Shiwips (single)
1983 - Cocofunk (single)
1984 - Tormenta a las diez
1985 - Todos los hombres son iguales
1989 - Los amigos de mis amigas son mis amigos
1991 - Los hombres no ligan